Sí. Los cambios en los senos durante la lactancia reducen la precisión de una mamografía, pero de todos modos se recomienda hacerse una mamografía.
Dependiendo de sus propios factores de riesgo, se puede agregar una prueba de ultrasonido o una resonancia magnética como screening adicional. La lactancia también afecta la apariencia de los senos durante un ultrasonido o una resonancia magnética.
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