Las mamografías son rayos X de baja dosis que exponen los senos a una pequeña cantidad de radiación*. Las mamografías han sido utilizadas para buscar el cáncer de seno desde los años ochenta. Existen tres diferentes tipos de mamografías:
- En película: En 2 dimensiones, conocida como “analógica”, casi eliminadas de los Estados Unidos, pero todavía en uso en Europa y algunos lugares de América Latina.
- Digital, 2-Dimensiones: conocida como “mamografía digital de campo completo” (FFDM, siglas en Inglés). Casi todos los centros de los Estados Unidos ofrecen mamografías digitales.
- Digital, 3D/tomosíntesis: también conocida como “3-Dimensional” o “tomosíntesis.” Es una tecnología más nueva utilizada en más de la mitad de los centros médicos de los Estados Unidos y también disponible en América Latina.
¿En qué se diferencian una mamografía digital 2D y 3D?
Para explicar la diferencia, piensa en mamografía 2D como la fotografía de un libro. Las palabras de cada página del libro tendrían las letras mezcladas con todas las demás letras de las demás paginas por lo que sería difícil leer cualquier palabra en particular. Cualquier “palabra” podría ser una pequeña masa correspondiente a un cáncer.
Ahora, para entender una mamografía 3D, imagine que la tapa y las páginas del libro son transparentes. Una mamografía 3D captura imágenes en diferentes ángulos, lo que permite tener delgadas “tajadas” de imágenes realizadas por un computador. Estas imágenes pueden ser observadas una por vez, similar a voltear páginas de un libro y poder leer las palabras de cada página.
Una mamografía 2D detecta aproximadamente 5 cánceres por cada 1000 mujeres que se hacen una mamografía. Se encontrarán otros 1 o 2 cánceres por cada 1000 mujeres cuando se utilice 3D/tomosíntesis. Con las mamografías 3D, también es menos probable que la llamen para realizar más pruebas. Sin embargo, en mujeres con senos extremadamente densos, los estudios han mostrado resultados mixtos en cuanto a si las mamografías 3D detectan más cánceres que las mamografías 2D.
*La exposición a la radiación de una mamografía es pequeña y demasiado baja para causar daño a los senos.